“El coche más innovador que jamás hayamos creado”. Así define BMW a su última creación, el BMW i8. Llevábamos mucho tiempo esperando que BMW nos sorprendiera con un deportivo radical, diferente a todo lo que hubiéramos visto hasta la fecha, un modelo creado desde cero que fuera más allá de la filosofía M, que siempre construye deportivos sobre la base de modelos ya existentes. Y precisamente aquí lo tenemos, un coupé de 2+2 plazas con un diseño muy radical, puertas de tijera y una mecánica híbrida enchufable que dará mucho de que hablar de ahora en adelante.
En líneas generales os podemos resumir el BMW i8 mencionando algunas de sus características más destacadas. En el sprint de 0 a 100 km/h es tan rápido como un BMW M5, lo realiza en solo 4,4 segundos. Pero a la hora de ahorrar combustible es tan eficiente como el que más, pudiendo recorrer hasta 35 kilómetros en modo eléctrico y presumiendo (según homologación oficial para híbridos enchufables) de sus 2,5 litros/100 kilómetros.
Este deportivo contará también con un chasis de aluminio y una jaula de seguridad y carrocería ensambladas en aluminio y fibra de carbono reforzada con materiales plásticos. Para entender hasta que punto ha llegado la “obsesión” de BMW con el aligeramiento del i8 basta mencionar que la estructura que porta el salpicadero es de magnesio.
El BMW i8 aprovecha su mecánica híbrida enchufable para desarrollar todas sus prestaciones. Hablamos de un deportivo que realiza el 0 a 100 km/h en 4,4 segundos. Contará con un motor térmico, un modesto – pero sorprendentemente potente – tricilíndrico sobrealimentado de 1.500 cm3 que apoyará al eléctrico. En modo combinado contamos con 362 CV de potencia que se distribuyen inteligentemente sobre las cuatro ruedas, actuando el motor térmico sobre el tren posterior con 231 CV y el eléctrico sobre el delantero con 131 CV